El Páramo (1x05)

 Alejandra estaba llevando acabo una recolección de chatarra, mientras lo hacía avanzaba por una zona desconocida para la Unión, encontró una región más fértil y con algún árbol a cinco kilómetros al norte de la base.

Cuando ya estaba cargada volvió y vendió la chatarra. 

-La rutina de siempre en este mundo vacío, sin bienestar ni confort, vacío de esperanza para muchos y territorio de botín para otros, el FS me tiene cansada, y trabajar para ellos agota el espíritu - Dijo Alejandra.


Informó del hallazgo a Ezequiel y fueron otra vez allí. 

-Hay que ver que zona más buena, como para instalar una nueva base aquí, sinceramente le conviene al gobierno, muchos trabajadores podrían venir aquí, aunque añadirían otra cárcel a la nueva base. Imitación de lo que funciona - Dijo Ezequiel algo esperanzado.

-Las cosas van muy lento, reconstruir el mundo va a costar varias décadas, y la tierra no se limpiará totalmente de radiación hasta dentro de mucho más. Podemos disfrutar de los avances lentos durante este proceso de recuperación - Explayándose un poco Alejandra.


Volvieron a la base y comentaron a las autoridades el hallazgo, que acto seguido mandaron a varios burócratas a hacer un informe. No tardarían en construir la segunda base, al menos los cimientos de la misma, todo estaría listo para unos meses. Mientras tanto a esperar.

 

A Ezequiel ya le tocaba ir con su familia e invitó a Alejandra de al menos visitar Ciudad Oasis con él.

Ezequiel estaba ofuscado por las condiciones del mundo, tenía una ambición colosal, que le jugaba malas pasadas. Él quería que la comunidad prosperase con la Unión, pero su familia no quería ir a la base de la Unión.


En Ciudad Oasis pasaron la tarde, y a la noche fueron a casa de los padres. Ezequiel trató de convencerlos de que Alejandra se quedase allí.

Tras un rato y al ver la actitud cordial de Alejandra, aceptaron.


Alejandra dormiría en el salón en un sofá pequeño que tenía la familia. 

A la media noche todos fueron a dormir para un día nuevo en el Páramo. Los padres trabajaban, el padre en la fábrica de municiones de 9mm y la madre limpiando locales de la ciudad. No había planes de jubilación ni nada por el estilo, trabajar hasta morir, a no ser que fuesen ricos.

 

Al día siguiente los padres se fueron a su trabajo por la mañana, y Alejandra y Ezequiel fueron a ver la ciudad, él quería enseñarle los sitios bonitos y pintorescos.

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