El Páramo (1x08)
En su libro leyó sobre los "Venda y Apoyo", un grupo basado en la piedad y el apoyo mutuo que curaba personas y se especializaba en lo sanitario y logístico. Tenían su ciudad más próxima a 24 kilómetros de Ciudad Oasis al norte. Esta ciudad se llamaba Montenorte y estaba a 200 metros de altura.
Las rutinas seguían y llegado el fin de semana de descanso Alejandra, en vez de ir a casa de Ezequiel fue a Montenorte. Por el camino encontró, supercucarachas, del triple de tamaño de una cucaracha normal, como un ratón de tamaño, eran difícilmente alcanzables por las balas al ser pequeñas, así que eran pisoteadas para que no causaran problemas a Alejandra.
También había cuevas de mutantes e irradiados, pero se veían a lo lejos en un páramo grisáceo amarillo. Con la subida por la sierra la altura aumentaba y la ida al norte incrementaba la vegetación que había. Árboles pequeños naturales, arbustos con bayas y flores de colores. Parecía una zona con baja radiación y posibilidades de vida más variada.
Una vez en Montenorte, Alejandra fue atendida en un puesto de recepción los Venda y Apoyo. Allí el guardián le fue presentando la ciudad. Lo que buscaba Alejandra era llevar el conocimiento de ellos a su base. Quería aprender a tratar infecciones por cortes y contusiones, y con el curso rápido lo aprendió en esos dos días una pequeña base que iría perfeccionando hasta aprenderlo del todo a los dos meses.
La ciudad contaba con mejores instalaciones sanitarias y de cuidados para su población y la de fuera, punto importante, aquí en Montenorte se trataba de manera universal a todo el que llegase, a diferencia de La Unión, que aplicaba la frontera para los "de fuera".
Mientras tanto en la base se creó a través de la expansión territorial una clase dentro de los soldados, pequeños propietarios de haciendas, que eran casas más grandes con algo de agricultura, ganadería y producción semi-industrial dentro de ellas. Los hacendados eran ya los primeros pequeños terratenientes de La Unión, y tenían aspiraciones políticas. Querían representación en el Comité Central con el objetivo de tener respaldo legal un nuevo modelo territorial y expandir las haciendas.
Ezequiel seguía en el trabajo de leñador, y cada vez dudaba más de la posibilidad de una milicia del pueblo como antaño.
Entró en una crisis existencial y optó por reinventarse haciéndose constructor, un trabajo mejor pagado. Tardó un mes en conseguirlo esperando la cola. El mes de diferencia con respecto a Alejandra lo empleó en ahorrar para conseguir un fusil de francotirador.
La Unión cada vez se alejaba más del gobierno que fue, y cada vez el estado servía de forma más directa a los intereses de otras clases que no eran la trabajadora y mayoría social.